sábado, 28 de noviembre de 2009

La nana


Bueno chicos pues después de esta ausencia blogueril en la que he estado liadísima con el trabajo y algunos asuntos personales, he decidido retomar esto que es para mí como una casa que compartir con amigos y aunque he tenido poco tiempo no os creaía que no he escrito nada, sí lo he hecho poco pero algo, el caso es que tenía en la mente una historia pero cuando me puse a escribir... pues se ha ido alargando no sé hasta donde llegará pero de momento os presento el primer capítulo, a ver que os parece.


Besitos de una desaparecida pero que no se ha olvidado de nadie ¿eh?


Besos

Ana
LA NANA
Era tétrico, más aún de lo que siempre había imaginado cuando la escuchaba narrar las historias delante de la chimenea, allí todas aquellas noches de invierno mientras él se sentaba a ver el fuego crepitar y emitir esos colores otoñales que tanta paz le transmitían, ella tejía en colores infantiles mientras leía historias de fantasía, de batallas épicas, de guerras absurdas, de amores imposibles, de sueños logrados, historias con las que llenaba cada pedacito de la casa como el escenario de un teatro que se llena con el atrezo para dar cabida a la obra. Su abuela le había enseñado a leer cuando apenas si llegaba con sus manitas a la mesa, casi ni podía con el peso de aquellos libros que ella había ido acumulando debajo de la cama como su más preciado tesoro; no era habitual que la mujer leyese, pero "la nana", apodo que se le había quedado porque uno de sus primos mayores jamás fue capaz de pronunciar su nombre, nunca fue una mujer que comulgara con las normas de la sociedad, su marido lo había sabido desde el momento en que la vió y eso le hizo enamorarse todavía más de ella. Mientras el resto de mujeres se ponían a zurcir calcetines a la luz de una vela ella se disfrazaba de personajes y les contaba historias a sus nietos que la miraban con ojos de fascinación, con la inocencia que sólo los niños pueden alcanzar. Los enseñó a todos a leer cuando tuvieron edad de tomar biberones y aunque intentó sembrar en ellos el amor por la literatura, sólo Alicia había llegado a fascinarse por las páginas, tanto que siempre comentaron entre sus allegados que se quedaría solterona pues sólo era capaz de sentir amor por historias escritas con cubiertas. Aquel lazo que "la nana" había intentando anudar desde pequeña floreció con tanto ahínco que las tuvo unidas durante toda la vida y aunque su padre desaprobaba que su abuela hubiera llenado su cabeza de chorradas como él solía llamarlas... nunca pudo impedirlo. Cuando "la nana" ya estaba tan ciega que no podía leer ella se sentaba todas las noches en su cabecero y leía aquellos libros; así cuando ya su respiración era un leve jadeo, ella seguía leyendo, apenas se asustó cuando ella la miró por última vez, fue el... "y fueron felices para siempre", cerró el libro, la besó, cogió el cajón de libros de debajo de la cama y salió de aquella habitación. En el salón sus primas peleban por las pocas joyas que "la nana" había logrado acumular durante su larga vida, ella ya llevaba en brazos sus pequeñas joyas, nadie echó de menos esos libros. Cuando cerró la puerta de la casa ni siquiera se detuvo a mirar atrás sabía que nunca más volvería. Caminó durante un kilómetro aproximadamente, hacía calor pero cuando se internó el el bosque el frescor la abrumó, caminó sin rumbo y cuando llegó a la orillá del río se sentó y metió los pies en el agua y entonces lloró, lloró por "la nana" que nunca más volvería a ver amanecer, lloró por los recuerdos de tantos momentos juntas, lloró por las confidencias que días antes le había hecho al oído y que como ella se llevaría a la tumba, lloró porque nunca más podría abrazarla, lloró por las cosas que nunca le había dicho y lloró por los libros que al igual que ella se quedaban huérfanos. Cuando ya no tuvo más lágrimas que derramar se quedó sentada sintiendo el vacío de la soledad, el hueco que "la nana" había dejado y nadie podría llenar. Cuando la tarde empezó a caer supo que era el momento de volver a casa y entonces se dió cuenta que tendría que buscar un lugar para guardar los libros, no podía llevarlos a casa pues estaba convencida que su padre los quemaría con gran satisfacción, para él no suponían más que problemas, pues los acusaba de ser los culpables de que Alicia no se hubiera casado, sin darse cuenta que lo que los libros le habían dado era la libertad. Es cierto que mientras sus hermanas mayores y sus amigas soñaban con casarse ella soñaba con vivir aventuras como las heroínas de sus queridos libros, pero no se había casado no por los libros, ellos habían sido su salvavidas en alta mar, sino porque había descubierto que el mundo no se limitaba a las cuatro paredes de una casa, a criar niños y servir a un marido, ella era una persona y no quería vivir para hacer feliz a un hombre renunciando a su propia felicidad, renunciando a su libertad. No se le ocurrió ningún lugar donde poder guardar sus libros mejor que aquella antigua cabaña que habían construído sus amigas y ella cuando eran niñas, allí jugaban a ser madres, a las casitas, a tomar el té, a prepararse para lo que la vida les tenía deparado porque ese es el futuro que siempre le habían enseñado desde pequeñas. Todas sus amigas eran madres de familia, eran señoras respetadas, hacía años que la cabaña estaba abandonada y Alicia sabía que nadie aparecería por allí, aquel sería el hogar para los huérfanos de "la nana".
Ana

viernes, 30 de octubre de 2009

Mi coche









Bueno pues os enseño mi nuevo coche. Ya era hora de hacer el cambio y le ha tocado a este juguete!!
Besos

martes, 13 de octubre de 2009

Dormir



- No me sueltes- te susurré al oído mientras me tenías abrazada
- ¿por qué? tienes miedo de caerte- me contestaste entre risas.
- Hay muchas formas de caerse- te aseguré- no me sueltes ¿vale?

Y me dormí con la certeza de que nunca me soltarías, de que jamás me dejarías caer.

Ana

lunes, 20 de julio de 2009


No soy escritora, no sueño con hacerlo, de hecho hace mucho que no me siento delante de un folio a dibujar palabras, tanto que no se si ahora sabre hacerlo, hace mucho que las musas abandonaron mis dedos, ahora ni siquiera se molestan en asomarse de vez en cuando por la misma habitacion en la que me encuentre, pero eso no me importa, no pretendo que esta sea la historia mas bonita del mundo, ni siquiera tengo claro que sea historia, o cuento o simplemente pensamientos que soy capaz de plasmar, las metaforas las dejaremos a un lado, ahora solo necesito vaciar mi cabeza de ideas, de problemas, de pensamientos y el orden no lo marcare yo, lo marcara el propio desorden, digamos que durante mucho tiempo llevo acumulando papeles y libros en la libreria es el momento de archivarlo todo, de poner un poco de orden en el caos, segun nos vayamos encontrando los distintos objetos intentare que los veais, diria que quiero intentar que lo entendais pero no los entiendo ni yo mismo asi que si yo no entiendo mi cabeza, sera dificil hacerselo entender a otro, no se por que escribo, solo que necesito hacerlo, necesito centrarme en este "diario del orden". Unas historias seran reales, otras meros cuentos que llevo tiempo queriendo escribir, no me voy a molestar en explicar lo que es real y lo que es ficticio, eso os lo dejo a vuestra eleccion, asi le daremos mas emocion a todo, por lo pronto y puesto que acabo de volver de Madrid... Espero que os guste:

Caminabamos por la Gran Via, el semaforo estaba en verde pero habia comenzado a parpadear el muñequito, diste un paso para cruzar y yo te sujete:

- Se va a poner en rojo ya mismo.

Y los dos nos quedamos en la acera esperando, no protestaste mientras la gente iba corriendo apurando el semaforo hasta el ultimo segundo, pero no llevabamos prisa, estabamos de fin de semana. Y alli esperando señalaste a un edificio con el dedo, mire hacia el lugar que señalabas y no dire que edificio era pues es algo entre nosotros.

- Alli es donde me quedo yo cuando vengo a Madrid.

Por supuesto no es el hotel en el que nos estabamos alojando.

- Cuando vienes Madrid, menos cuando vienes conmigo - dije.
- No cuando vengo solo, cuando necesito desconectar de todo y perderme en Madrid, cojo una habitacion individual con jacuzzi que sale muy bien de precio y vengo a relajarme y disfrutar de perderme entre la multitud.
- No me traen buenos recuerdos tus escapadas a Madrid.
- ¿por que?

En ese momento mil ideas se me cruzaron por la cabeza, pero no queria remover el pasado.

- Digamos que... que la ultima vez que estuviste no era una buena epoca.
- ¿era la epoca en la que creias que no podrias vivir sin mi?
- si

No necesitabamos entrar en mas detalles, los dos sabemos lo importante que es la otra persona, lo necesario que somos el uno para el otro y la epoca tan dificil que pasamos hace unos meses donde ninguno de los dos nos encontrabamos, donde luchabamos contra nosotros mismos y lo que eramos capaces de sentir.
Cruzamos el semaforo y seguimos caminando juntos por la Gran Via.

- La ultima vez que estuve aqui iba por este mismo lugar hablando contigo por telefono.

Es curioso como vivimos y recordamos las cosas distintas.

- Yo tengo otros recuerdos de ese viaje.
- ¿de que te acuerdas?
- de algo que no quiero recordar.
- ¿de que?
- que mas da
- dime de que, ¿no?
- de Alicia
- es verdad, me ibas diciendo que por que no quedaba con ella, si te soy sincera no alcanzo a recordar ni siquiera si nos vimos.
- si os visteis.
- ¿de verdad? no, creo que no nos vimos, tu me ibas diciendo que no entendias como no quedaba con una amiga ya que estaba en Madrid y yo... no alcanzaba a explicarte que no me apetecia verla, que habia sido importante pero ya no lo era y no queria verla.
- pero la viste

No entiendo por que no era capaz de acordarse cuando yo no era capaz de olvidarlo, ella habia sido una espina demasiado dolorosa para olvidarla, ya hacia mucho que no me importaba, el tiempo me habia demostrado que no era rival para la guerra que yo creia tener con ella.

- no, creo que no, no es algo que me importe demasiado.
- claro que la viste, me acuerdo perfectamente hasta lo que ella te dijo sobre mi.
- ¿que me dijo?
- ¿que mas da? ¿acaso es importante ahora?
- dimelo, ¿no?
- no
- ¿cuantas veces te tengo que pedir que me lo digas?
- estoy intentando acordarme textualmente lo que te dijo, pero tengo una idea general.
- con la idea general me vale
- no que luego piensas que hago interpretaciones

Me quede pensando y en el siguiente escaparate no me acuerdo que vimos, pero... se olvido el tema, ahora aqui sentada escribiendo me acuerdo perfectamente de como lo que me dijiste que ella te habia dicho que yo era una caprichosa y todo porque te amaba, ¡ella! que jamas ha cruzado ni una sola palabra conmigo, ¡ella! que gritaba a los cuatro vientos que te amaba pero que luego no era capaz de demostrarlo, sino que te tenia cuando ella queria, ¡ella! que sido capaz de intentar aparentar que habia entre vosotros por miedo a que os viera alguien y cuando se entero que entre nosotros habia una tension sexual y sentimiental considerable... entonces se enrabieto y me dijo caprichosa y egoista, te dijo que creia que debias mantener las distancias conmigo porque textualmente "vuestra relacion no se parece a la nuestra, nosotros nos queremos". Que facil es opinar de lo que siente una persona que no conoces... ¿no? si lo que yo siento no es amor...entonces el amor no existe.

Sonrei, te abrace y seguimos caminando abrazados por Madrid, por la Gran Via.

Ana

sábado, 13 de junio de 2009

La guitarra


Este como todos los cuentos comienza con... Érase una vez. Érase una vez una niña, una niña pequeña que jugaba a ser mujer, cada mañana se olvidaba de sus ganas de volar como Peter Pan, de sus muñecas, de ver los dibujitos en el sofá y de sus galletas para el recreo, cada mañana se olvidaba de lo que era ser una niña, abría el armario, se ponía sus tacones altos y maquillaba sus trenzas, cada mañana se disfrazaba de mujer adulta e iniciaba una vida nueva, una nueva vida en la que el aprendizaje no era fácil, no había profesores que te dijeran que te estabas equivocando y que te ayudaran a resolver los problemas de matemáticas, aprendía de cometer errores y salir de los problemas en los que se metía, pero no le importaba, siempre había una sonrisa dibujada para los demás, porque sabía que la vida siempre era más sencilla con una sonrisa. Una noche de primavera conoció a un chico en aquel bar, él estaba sentado en la barra con la mirada perdida en el vaso de ron, con el reflejo ambar de la nostalgia en su ojos, ella pidió una copa y él levantó la mirada hacía sus ojos, cuando lo vió supo que había otro niño jugando a ser adulto, ella se disfrazaba de mujer, él de canalla, de chico duro, pero para ella fue fácil pasar entre aquellas barreras que eran tan parecidas a las suyas y llegó a tocar su corazon con un soplo de aire, a tenerlo entre sus manos. Se enamoró, se enamoró como una mujer sólo puede enamorarse una vez en la vida, pero cupido había arrojado a él a los brazos de otra ella, todo era imposible, la eternidad se volvía corta, nada era como en las pelis, no había cuentos de hadas como el de la cenicienta, ni finales felices para siempre como la bella y la bestia, nada era fácil. Él era un "músico frustrado" como le gustaba definirse ella soñaba ser una melodía entre sus dedos, sueños demasiado altos para alguien que sólo era una niña. Le conocía tan bien, que a veces sobraban las palabras, ella sabía que él tenía muchas ganas de tener una guitarra y quería ser ella quien se la regalase, porque era algo muy personal y a la vez muy especial, pensó escribirle una carta a los reyes magos, pues las calles empezaban a vestirse de navidad, pero había motivos más importantes que la navidad y era todo lo que sentía, así que no esperó más y una mañana de otoño cuando el sol apenas calentaba le llevó un paquete, en él iba envuelta una guitarra con una pequeña nota "para que tus melodías siempre me alcancen". Ella sabía que cada vez que tuviera la guitarra entre sus manos se acordaría de ella, que en cada canción al menos una nota le pertenecería, sabía que al final ella sería una melodía de un tiempo pasado, un historia de amor entre los dedos, un adagio que recordar para la eternidad, sabía que podría adelantarse en el camino porque él nunca la olvidaría.

Ana


P.D.: es un cuento escrito hace mucho tiempo que acabó con la melodía adecuada, aquella que sólo dos personas son capaces de tocar al unísono.

sábado, 23 de mayo de 2009

Podría


Podría... podría hacer tantas cosas como sueños caben en mi mente.

Podría escribir cientos de palabras que llenaran miles de libros simplemente para decirte que te quiero, podría convencerte de que el mundo es como yo lo veo, disfrazarte de príncipe azul y que vinieras a proteger el castillo de mi reino. Podría vestirte de chico ideal y enseñarle al mundo que la perfección comienza en nosotros, podría cambiar tu forma de pensar y que en tus ideas sólo estuvieran las mías, podría hacer que bailaras al son de mis sueños. Podría moldearte a los huecos de mis manos, pero... dejarías de ser tú.

Podría no llorar cuando te escucho cantar, podría no estremecerme cuando tus labios susurran que me quieres al oído, podría no tener miedo a perderte, podría respirar en ti y dejar que mi mundo únicamente fueras tú, podría no sentirme como una niña cuando rozas mi piel, podría no ser una princesa cuando me abrazas. Podría dejarme convencer por tus ideas y renunciar a mis sueños, podría, pero... dejaría de ser yo.

Podríamos no ser nosotros, pero... nada sería como es ahora, sería como volver al pasado y reescribir la historia, quizás entonces nunca nos conociéramos porque aunque podríamos cambiarnos... somos felices porque somos quienes somos.


Ana


P.D: Si alguien te pide que cambies... no te quiere, quiere a la persona en la que quizás puedas convertirte, pero somos quienes somos por decisión propia.


Podría cambiarte pero me gusta quien eres.

lunes, 18 de mayo de 2009

Te echo de menos




La vida pasa y dicen que el tiempo cura todas las heridas, que las cosas se olvidan y se ven desde otra perspectiva y no negare que los años han ido pasando, cayendo uno detras de otro como las hojas de un arbol cuando el otoño amenaza con llegar, que pase de ser una niña a una adoleste y de ahi a un proyecto de persona adulta, pero no por ello he conseguido olvidar. Han pasado 19 años y sigo echandote de menos, no se cuantos mas tendre que esperar para borrarte de mi vida, ni siquiera se si es lo que quiero hacer o si alguna vez mirare atras y sere capaz de no llorar cuando te recuerte. No te despediste, no me miraste a los ojos y me dijiste que te ibas, no me diste la oportunidad de gritarte que te quedaras a mi lado, que habia cosas que no podia dejar de compartir contigo. Te has perdido tantos momentos... no estabas ahi para darme la mano aquel primer dia de carrera, me sentia tan pequeña en aquellos momentos, tenia tanto miedo y sin darme cuenta ya habia terminado, pero tampoco estabas ahi cuando me gradue, cuando me pusieron la banda que me daba pleno derecho a ejercer lo que habia estudiad. No estuviste cuando me rompieron el corazon por primera vez, ni siquiera lo estas ahora para ver lo feliz que soy al lado de la persona que amo. No has estado ahi para que te presente a mis amigos, ni cuando me senti defraudada por algunos de ellos, ya sabes que... "los amigos son como los cojones para las ocasiones". Ha habido tantos momentos en los que hubiera dado cualquier cosa porque me dijeras que camino debia seguir o simplemente porque te sentaras a mi lado y me escucharas, por tener uno solo de tus consejos, aquellos que siempre me sirvieron tanto... Y hoy 19 años despues de tu partida... solo soy capaz de decirte que te quiero y te echo de menos, aunque nadie lo entienda... no he dejado de necesitarte nunca. Ana P.D: El que tu crees que ha muerto no ha hecho mas que adelantarse en el camino. Seneca.

miércoles, 22 de abril de 2009

Diosa de tu vida


Amanece, el sol despunta sus primeros rayos y se cuela por la ventana dibujando entre las sabanas tu cuerpo desnudo, te miro, no puedo dejar de mirarte apoyada en la puerta, intento captar la magia y me quedo petrificada, intentando no romper el momento, pero mil mariposas revolotean en mi estomago cuando observo que te mueves. Camino despacio, casi de puntillas para no hacer ruido y me planto a los pies de la cama, rozo tu piel con mis manos y comienzo a ascender por tus piernas musculosas, despacio, no tengo prisa, alcanzo tus nalgas y continuo subiendo por la escalera de tu espalda, me siento en el escalon de tus cervicales y hundo mis dedos en tu pelo, intentando alcanzar tus pensamientos, haciendome poseedora de tus anhelos, protectora de tus miedos, diosa de tus sueño, quiero ser lujuria en tus ideas, desearte hasta morir, sentirme deseada con una mirada. Quiero ver como tu corazon late al ritmo del mio, fundirnos en fuego de pasion, ser tu y solo tu mientras somos uno solo. Como si me moviera a camara lenta me acerco a tu oido y te susurro que te quiero y veo tu sonrisa haciendo girar mi mundo tan rapido que siento que me pierdo en la pasion, cuando tus dedos dibujan mi figura hasta hacerme estremecer sintiendo que floto en la ingravidez del limbo y alli soy la diosa de tu vida.

jueves, 16 de abril de 2009

Aqui y ahora



No hay mayor soledad que el silencio de un folio en blanco, sentarte y sentir que las palabras desabrochan tu camisa, que bajan la cremallera de tu falda y dejan al descubierto la piel, desnuda frente a nada, frente al vacio que cubre la piel de gallina, la soledad del silencio, y sentir como mi vestido de piel no es mas que un fino papel que cubre el alma, los sentimientos mas profundos, como cubre las verguenzas del futuro ya pasado, de un ancla que calla a los barcos que dejaron de ser navegables.

Y me miro en espejo con mis ojos, cambio las gafas y miro con los tuyos, me gusta lo que veo, el reflejo de un espectro de otro, de ti, de mi misma vista desde un angulo de miradas personales. Y pierdo la nocion de mi tiempo, no se si vivo en la epoca apropiada, si he perdido el concepto del hoy, de quien soy y de quien quiero ser, sin esperar que los demas imaginen si soy mi yo o el suyo. Me siento pequeña, perdida en una nube de preguntas, de incertudumbres que necesito despejar, buscando la brujula de mis sueños, el norte hacia el camino de lo que siempre he querido. Pero he dejado de mirar por mi misma, veo las cosas por duplicado, como si estuviera borracha, quizas lo estoy y me he emborrachado de ti, de amor, de sentimientos personales, con esa venda color rosa que todo lo cubre, pues no soy capaz de mirar la huella de unos pasos que no sean los tuyos. Si me pides que siempre vea asi... no puedo prometerte nada pues nunca nadie dijo jamas sin estar mintiendo, porque quienes te dicen un nunca rotundo son seres inertes de sabiduria, pues ni ellos mismos saben que se engañan. Pero si puedo regalarte la sonrisa de la felicidad que hoy viste mis dias, los sueños que mañana seran reales, la nostalgia de un pasado que se dibuja entre recuerdos de risas. Puedo envolver en una caja de fantasia, mi todo, la parte de mi que estoy dispuesta a compartir contigo y dejarte la llave de la caja fuerte de lo que guardo para mi, se que te asomaras de puntilla por la rejilla, miraras con interes la decoracion de la casa de mi alma, veras los entramados de fantasias imposibles imaginando que puedes ayudarme a hacer alguna realidad, pero que nunca traspasaras el umbral de la puerta, porque tu respeto hacia la libertad pesa mas que el mundo en el vives.

Aqui y ahora, aqui y ahora delante de mi misma no puedo dejar de pensar en ti, de nuestro aqui y ahora, del sueño y futuro, del dolor y el pasado y vuelvo a pensar en el hoy, en ti y en como esbozas con un lazo los ultimos rayos de sol, agarrandote al ahora, sujetandome por la cintura sin dejar que torbellino del futuro despegue mis pies del suelo.

Ana

jueves, 9 de abril de 2009

Te echo de menos



Y aún recuerdo aquella mañana, yo estaba sentada en el coche, al volante, mirando de reojo tu cara, sitiendo el peso de los segundos como si fuesen toneladas que aplastaban mi alegría. Te recuerdo sonriente, mirándome a la carita y jurándome que te acordarías de mí, que apenas serían unos días y estarías abrazandome otra vez. No puedo olvidar cuando abriste la puerta y te bajaste, cuando me sentí sola, vacía, cuando el coche se me hizo un universo inmenso en el que me perdía, miraba tras el cristal tus pasos, caminabas hacia la estación y yo hacia el otro lado de la calle, rezaba porque el semáforo estuviera en rojo y poder contemplarte unos segundos más a través del cristal que marcaba los metros que aún entonces no eran kilómetros y no, la suerte no estuvo conmigo y el verde me hizo girar en la esquina y... ya no te veía, sentí como el aire me faltaba, no podía respirar, un nudo ahogaba mi garganta, un nudo de hilos de nostalgía, de sueños rotos, de espera, unos hilos que me decían que 15 días serían eternos sabiendo que estabas a mil kilómetros de mí y lloré, lloré como una tonta, lloré como sólo una niña podría hacerlo y como si de magia se tratase el teléfono sonó y tu nombre parpadeaba en la pantalla, lo cogí intentando disimular mis lágrimas, pero nunca he sido buena actriz, te bastaron dos segundos para saber que me pasaba y me intentaste convencer que la distancia no te alejaría de mí, que seguiría siendo tu niña, que sólo eran unos días de trabajo fuera, que volverías, palabras que callaban mis lágrimas pero no la sensación de lejanía que sentía. Me quedé horas en el coche mirando por la ventana si algún rayo de sol derretía el invierno de tu partida, mirando un reflejo de mí en el que sólo reconocía la tristeza.

Han pasado los días y cada vez son más difíciles, me llamas todos los días y me cuentas lo bien que te lo estás pasando, lo que me quieres y lo que me echas de menos, me cuentas miles de cosas y te imagino con tu sonrisa de niño prendida intentando captar todos los momentos con tus ojos de

Te echo de menos, te echo tanto de menos que no me basta con escucharte a través de un teléfono, estos días he dejado de ser yo, me he convertido en un reflejo, otra Ana, la que se plasma en un espajo mientras la verdadera yo te espera, llora tu ausencia. Vuelve pronto mi vida, creo que sin tí hoy por hoy no puedo ser yo. Te quiero.

Ana

jueves, 26 de marzo de 2009

Trabajar en una ambulancia



Bueno pues despues de lo que me ha pasado hoy... creo que mi trabajo se merece una entrada, porque no se si hay alguien que tenga un trabajo con tantas movidas, a parte de las cosas graves en las que casi siempre no se como me acabo comiendo yo todos los marrones de los demas a veces nos pasan casos tan curiosos como estos:

1. Señora Telettubies: pues bien vamos con un paciente que iba de un hospital a otro para realizarse una operacion, el paciente totalmente estable y su señora madre que venia con el sentada delante con la conductora, a esto que la madre comienza a quejarse del ruido de la ambulancia, del ruido del trafico... en fin como si pudieramos controlar eso y entonces le dice su hijo, "mama pues ponte los tapones" y ni corta ni perezosa la mujer los saca del bolso y se lo pone en las orejas, hasta aqui todo normal, pero para que os pongais en situacion una señora un poco gordita, con la cara redonda totalmente y el pelo corto y muy rizado y cuando la miro... ohhh diossss, se habia puesto dos tampones en los oidos, si so tampones de los que usamos cuando tenemos la regla, con sus guititas y todo, mas mona ella, cuando la vi os juro que no pude aguantar la risa, parecia una telettubies enteramente!!!

2. Accidente: nada alla que vamos con un paciente critico, con en edema agudo de pulmon y quien tiene un accidente... pues nosotros, si, aunque parezca imposible creo que debo ser de las pocas personas que ha tenido un accidente con una ambulancia, la verdad es que fue un golpe grande y la ambulancia quedo destrozada junto con el coche que se salto el semaforo y se estrello contra nosotros, pues bien yo con la cara llena de sangre, pues tenia una herida en la cabeza, todo tirado por el suelo y el paciente me dice "señorita yo no me voy de aqui sin mi boina asi que pongase a buscarla" creo que mi cara en ese momento lo dijo todo, su mujer iba delante y ni pregunto por ella, lo importante era su boina!!!

3. Este no se ni como titularlo: bueno pues vamos con un paciente con un problema cardiaco, las pulsasiones super bajitas y a mitad de camino me dice el hombre "señorita tengo ganas de cagar" asi literalmente y le dije, "pues aguante un poco, estamos en mitad del campo" respuesta... "no, no puedo aguantar que tengo diarrea" y yo los sudores ya empezaban a caerme, os prometo que estas cosas me incomodan mas que una cosa grave, el hombre gritando que no podia mas que parara en mitado del campo o se tiraba de la ambulancia, yo ya empezaba hasta a oler mal, asi que a punto de tirarse de la ambulancia pues paramos y ni corta ni perezosa el hombre se baja de la ambulancia y en mitad del campo con el monitor a cuestas estaba haciendo sus necesidades, creo que si alguien nos hubiera visto hubiera pensado que era algo de broma.

Pues nada hoy para rematar el dia ademas de que una señora mayor por no decir anciana nos ha intentado robar el telefono de la ambulancia, diciendo que es que ella no sabia de quien era el movil y por tanto se lo guardo en el bolso nos ha caido un monton de estiercol encima, como leeis, parece increible pero cierto, ibamos justo detras de un camion que iba lleno de estiercol y en un bache que ha cogido ha tirado la mitad de la carga encima de nosotros, asi que ahora entre en olor a ambulancia y estiercol somos una ambulancia de campo... en fin para que luego digan que no es divertido trabajar!!

Besos

P.D: algun dia contare mis anecdotas en el hospital que no se quedan atras, si en el fondo voy a pensar que la que causa todo soy yo jajajaja. He contado las tres que me han venido ahora a la mente si pienso seguro que se me ocurre alguna mas. Besitos

Ana

miércoles, 25 de marzo de 2009

un vampiro en el salon



Bueno puesto que todo el mundo me dice que lo que me pasa a mi no es normal y que desde el sabado he tenido que aguantar el cachondeito de todo el mundo, voy a contar la horripilante historia del murcielago. Para los que me conozcan solo del blog, soy enfermera y trabajo en una ambulancia de urgencias, por lo que normalmente hago guardias, pues el viernes tuve una de esas guardias horribles en las que no paras en las 24h y que crees que nada mas te puede suceder, pues a las 8 de la mañana cuando llegue a casa me acoste y precisamente mis padres estaban de viaje en Galicia por lo que nos encontrabamos solos mi hermano y yo, el se habia quedado dormido en el sofa del salon y a eso de las 10 de la mañana me despierta alarmado:

- Ana, Ana... ¡¡que hay un murcielago en el salon!! - me dijo gritando
- ¿que dices?- le contesto medio dormida
- pues que ya no me dejan ni dormir en el salon tranquilo, estaba durmiendo y he escuchado un ruido en la chimenea y cuando me di cuenta habia un murcielago saliendo de la chimenea.
- ¿y que has hecho? - le pregunto
- pues pegar un salto del sofa y cerrar la puerta, lo tengo encerrado en el salon- todo un logro...
- pues anda no hay ni luz - le digo al intentar encender la luz del pasillo.
- no, si si hay luz, pero es que tenia la estufa encendida y para que no saliera la casa ardiendo he apagado la luz general de la casa- ante grandes males grandes remedio, eso es pensar y lo demas en tonterias...

Ante tales circunstancias llamo a mi madre, es que las madres lo solucionan todo, y le cuento lo ocurrido. Ella me comenta que los murcielagos por la mañana duermen que coja una bolsa de plastico y lo eche a la calle (si si el murcielago era ya un ocupa en casa).
A mi evidentemente me daba un poco de asco, yo entraba en el salon pero eso de cogerlo... pues como que no me agradaba demasiado, asi que le digo a mi hermano:

- oye que dice mama que cojas una bolsa y eches a murcielago a la calle- le digo
- ¿que dices? ¿estas loca? yo no cojo el vampiro- si, ya habia subido de categoria- que eso me muerde y me transmite enfermedades.
- bueno, pues llama alguno de tus amigos- le comento
- vale, pero... tenemos otro problema, mi movil esta en el salon y mis llaves y tu bolso...
- mi bolso, mis llaves, mi cartera... ¡¡vamos que estamos atrapados en casa por un vampiro!!
- pues si, espera voy a ver si hay alguien conectado al messenger- que no se diga que no usamos las nuevas tecnologias...
- Ana, el vampiro no esta dormido, esta haciendo ruidos raros...
- Bueno voy a llamar a una de mis amigas.

Llamo a mi amiga y me dice que ella viene a quitarme al murcielago del salon. Me visto y bajo las escaleras, cuando estoy bajando empiezo a escuchar los "ruidos raros" que estaba haciendo el vampiro.

- ¿tu estas seguro que es un murcielago y no un pajaro?- le pregunto a mi hermano con la cara blanca pues tengo fobia a los pajaros.
- claro que estoy seguro - me dice
- ¿pero no lo escuchas?, ¡¡es un pajaro!!- digo blanca como la pared
- ¿tu eres tonta? ¿tu has escuchado alguna vez un pajaro hacer ese ruido??- me dice convencidisimo
- pero si esta piando, es lo que hacen los pajaros - le digo.
- anda, anda que eso no es un pajaro, que salio atontado de la chimenea chocandose con todas las cosas.

Llega por fin mi amiga.

- ¡¡Es un pajaro!! - esclamo alarmadisima y al borde del colapso, quien no entienda que no puedo con los pajaros que piense en lo que les puede producir a ellos, las arañas, cucarachas, insectos, serpientes o cualquier bicho que no pueda soportar ver.
- pero Ana, sea lo que sea tendras que sacarlos.

Me encierro en el cuarto de baño y cuando abrieron la puerta del salon y el gorrion, si si todo esto para un gorrion, salio volando y se fue por la puerta de la entrada.
En fin todo esto por un gorrion, desde entonces todos nuestros amigos y mis padres tienen un cachondeito con nosotros importante... "dos valientes atrapados por un simple gorrion..." No se si esto es por leer tantas historias de vampiros ultimamente el caso es que mi hermano despues de todo me dice "si yo lo hice por tu bien para que el pajarito no subiera a darte los buenos dias"... En fin que luego todo el mundo se pone muy bien pero en el momento todo el mundo estaba acojonado con el posible murcilago.

Besos a todos

martes, 24 de marzo de 2009

Feliz Cumpleaños


Bueno pues hoy es el cumpleaños del niño que se ha adueñado de mis sueños, ese que desvela mis noches y llena mis dias de sonrisas, desde aqui quiero desearle que este dia sea el comienzo de un gran año, que todos sus sueños se cumplan y regalarle este poema porque... dicen cosas muy importante.

¡¡Te quiero peque!!



Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
no creer en Dios y hacer tu destino,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,
olvidar sus ojos, su risa, todo
porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
dejar de dar las gracias a Dios por tu vida,
no comprender que lo que la vida te da,

también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

Pablo Neruda

martes, 10 de febrero de 2009

Caminos que se cruzan


Como todas las vidas comenzó con unos primeros pasos, aquellos torpes que te hacían caminar al lado de mamá, de aquella mano que me daba firmeza y seguridad, cuando comencé a aventurarme a andar sola era como cuando monté en bicicleta aquella primera vez sin las ruedecitas de seguridad, con pánico y con euforia, mirando atrás a los ojos de mi madre, sabiendo que ella estaría allí para sujetarme, aferrándome a la silla como si de un trozo de tierra en mitad de una tempestad se tratase, sabiendo que había conseguido uno de mis primeros éxitos en la vida, con la sonrisa prendida por el triunfo, aquel por el que tendría que luchar toda la vida. Y poco a poco fui acumulando trofeos personales, mi primer sobresaliente, mi primer torneo de tenis ganado, mi primer beso, la primera noche fuera de casa, la primera vez que dormía al lado de la persona de la que me había enamorado... de igual modo acumulé fracasos, caídas, derrotas, de ellas aprendí más cosas que de los éxitos, fueron mis victorias personales y tan mías que no podría plasmarlas en un papel o en un blog, serán mis secretos, aquellos que me llevaré conmigo.
Podría escribir millones de palabras sobre momentos de triunfo o de derrota, pero quiero contar un cuento, una historia que va de ambas cosas a la vez, de caminos que se cruzan y vuelven o no a encontrarse.
Desde que comenzara a dar mis primeros pasos y sobre todo desde que tuve uso de razón supe que el mundo era un camino donde me encontraría con numerosos obstáculos y con miles de señales que me llevarían a un destino u otro y que yo y nadie más podría decidir, porque en esos destinos se encontraban mis sueños, aquellas fantasías que esperaba que se hicieran realidad, esas que surgían en mi mente cuando cerraba los ojos y me sumergía en el mundo onírico cuando dejaba que Morfeo pintara una realidad distinta para mí.
Entonces tras un tiempo de dejar de caminar, tras una etapa donde había vivido para levantarme todos los días en aquella casa donde la felicidad nunca residió desde que se pusieran los cimientos, una mañana de lluvia como cualquier otra guardé en mi mochila de aventurera los pocos recuerdos felices, las escasas mañanas de sol y las contadas sonrisas que había desplegado en aquellos dos años y me puse mi antiguo traje, aquel de mí misma que llevaba guardado en el armarío ni sabía cuanto tiempo y volví a ser yo, caminé feliz mojando mi alma, limpiando los despojos de un ayer que me había hecho perder el tiempo, con la satisfacción de que mis sueños se harían realidad que lucharía por ellos. Y tracé un mapa de sentimientos, de esperanza y caminé, conocí a gente que hizo algunos kilómetros conmigo, otros que simplemente me saludaron desde el porche de su casa cuando pasé tatareando canciones cada mañana y un día cualquiera apareció él, me miró y sonrió cuando estaba como tantas veces cantando como una diva de la canción sin tener sentido del ridículo...

- ¿cuánto tiempo llevas ahí?- pregunté
- el suficiente para saber que cantando no te ganarás la vida- dijo sonriendo e iluminando el cielo con aquella sonrisa suya.

Y estallé en una carcajada. Me pidió caminar conmigo y me hizo ilusión, era una persona interesante, así fueron pasando los días, charlábamos hasta altas horas de la madrugada, compartíamos secretos, miedos, compartíamos todo. Con el paso del tiempo me acostumbré a que él estuviera ahí, a que curara mis heridas cuando me caía, a que me ayudara a escalar los caminos escarpados, a escuchar su voz justo antes de dormirme dándome las buenas noches.
Descibrí con el paso de los días y con las huellas de nuestros pasos en el camino que ambos ansíabamos llegar al mismo lado, sentí tal sensación de felicidad que creí que me elebaría entre las estrellas como un simple globo, pues eso sólo significaba que había llegado a mi vida para quedarse, que alcanzaríamos las metas juntos, que seríamos dos. Seguimos compartiendo risas, secretos, confidencias, momentos, recuerdos, dimos sentido a la palabra amistad y los días siguieron pasando y comprendí que ya no podría seguir caminando si su mano no sujetaba la mía, me di cuenta que me había enamorado y el pánico se hizo dueño de mi misma, me había enamorado de mi amigo, de aquel que llevaba meses caminando a mi lado y en un segundo ví como todos nuestros momentos felices los cubría un tul negro, sentí una sensación de pérdida como si ya nunca nada volviera a ser igual, como si todo se hubiera convertido en un recuerdo, en una página del pasado, le miré y supe que mi mirada era distinta, en ella había deseo, un deseo irrefrenable de lanzarme a sus brazos y compartir toda mi vida con él y cuando él me miró supo que le amaba de la misma manera que yo supe que en su mirada sólo estaba escrita la palabra amigos, no nos hizo falta nada más para que desviaramos la mirada a nuestros pies y siguieramos caminando en silencio. Intentamos disimular que nuestros pensamientos eran diferentes e intentamos ser los mismos de siempre pero no pudimos conseguirlo y una mañana llegamos a un cruce en el camino, allí había una bifurcación dos caminos claramente señalizados, el destino era el mismo, nos miramos...

-¿podemos ir por el de la derecha? - pregunté
- yo prefiero el de la izquierda- me dijo él. El orgullo nos pudo - es más yo voy a ir por el de la izquierda ¿vienes?.
- No - dije sin pensármelo- iré por la derecha, así que aquí nos despedidos, ¿no?
- Sí, eso parece. Pero nos veremos en el destino, tal vez entonces podremos volver a ser amigos.
- Tal vez... ten cuidado y hasta pronto.
- Hasta pronto, te... te quiero.
- No me digas que me quieres, no lo hagas por favor.
- Vale

Y cada uno continuó por el lado escogido, apenas había caminado un par de kilómetros empecé a echarle de menos, le llamé y volví corriendo al cruce de caminos, pero él no estaba, grité su nombre, me quedé afónica de gritar y me derrumbé llorando sabiendo que él no volvería a por mí. Aún así le esperé, le esperé durante muchas lunas, pero nunca apareció y supe que nuestros caminos se encontrarían allí en el destino, que volveríamos a vernos pero también supe que nosotros no podríamos ser mas que un recuerdo porque nosotros... nunca seríamos los mismos.

Le deje escapar, le perdí y aún hoy su recuerdo vive conmigo, desvelando cada una de mis noches, esperando oír su voz para poder dormir. Sentí el triunfo de haberle conocido y la derrota de haberle perdido. Aún hoy y a pesar de que los años han pasado me doy cuenta que sigo esperando compartir toda mi vida con él, a pesar de que hemos escogido caminos diferentes y como dijo un gran poeta, "caminante no hay camino se hace camino al andar". Y una vez más desde la cima de la montaña te susurro entre nubes... vuelve.


Ana

martes, 20 de enero de 2009

Aunque tú no lo sepas


Bueno pues he rescatado esto del baúl de las letras olvidadas y aunque lo escribí para alguien sé que a esa persona no le importará verlo por aquí.

Aunque tú no lo sepas...

El silencio marcaba los pasos de una habitación vacía, la poca luz del atardecer se filtraba por la ventana como línea que muere en la inmensidad del tul negro de la eterna noche y allí frente a un vaso vacío veía deshojar los días de un calendarío, poco a poco se acercaba, casi de puntillas el círculo rojo que marqué aquel lejano día de mi memoria. No importaban los días, ni siquiera el tiempo, todo se veía tan vacío sin aquel cuerpo que llenara mis noches... y sólo necesitaba cerrar los ojos para que el silencio se rompiera con el sonido de sus pasos subiendo la escalera, con susurros de sus palabras que llegaban hasta mis oídos y hacían desgarrar notas en mi guitarra, acordes que se llevara con su adiós, dejando su perfume que impregna las canciones de melancolía que ni siquiera soy capaz de componer, canciones que dibujé en su cuerpo con mis manos mientras tocaba el piano en el convertí su piel. ¿dónde te fuiste musa de lo intemporal? no fui capaz de seguir la estela de tus sueños y ahora me encuentro remendando los mios, incapaz de vender el recuerdo de tus imágenes a cambio de comprar sueños nuevos que me hagan despegar las alas de la imaginación. No soy capaz de desterrarte al desierto de mi olvido, al vacío de mis días, al silencio de un mañana, me quedé anclada en tu mirada intentando escribir mi vida, intentando amarrarte al ahora de mis noches; rayando el Cd de aquella canción que hicimos nuestra. Y he vuelto a pasear por aquellas calles donde me robaste mis primeros besos, por aquellos rincones donde perdí la inocencia, por aquella maqueta que llamamos ciudad búscando en ella un ápice de ti, una huella que me indique que fuiste real entre mis sábanas, un algo que diga que aunque tú no lo sepas te sigo amando. La canción ha dejado de sonar poniendo punto y final al capítulo del libro que decidimos escribir juntos, es sólo un adiós más pero aún así es un adiós, no dejo de tatarearla... quien sabe si mañana volverá a sonar con acordes de pasión.

Aunque tú no lo sepas me he inventado tu nombre...

viernes, 16 de enero de 2009

Premio Symbelmine


Bueno pues hace un par de días recibí este premio de parte de un buen amigo y me copio lo que él puso para explicar de que va


"Symbelmine son aquellas flores que, según Tolkien, crecen sobre las tumbas de los reyes Rohirrin. Flores también conocidas como "no me olvides". La idea es otorgar este premio en agradecimiento a los blogs, premiando su trabajo y como un motivo más para estrechar lazos existentes, para que así, no nos olvidemos de esos blogs que hacen que cada día queramos seguir haciendo lo que hacemos".

Las normas del premio son éstas:

1 - Elegir 7 blogs o sitios de Internet que por su calidad, su afinidad o cualquier razón hayan conseguido establecer un vínculo que desees reforzar y premiar con un premio y enlazarlos en el post escrito.

2 - Escribir un post mostrando el premio, citar el nombre del blog o web que te lo regala y notificar a tus elegidos con un comentario.

3 - Opcional: Exhibir el premio en tu blog.

Bueno pues tengo que nominar a 7 blogs y premiarlos y mis nominados son:

1. Edgar León por su blog E.L. (Spin-Off): Edgar te lo doy porque sabes que eres demasiado importante en mi vida, sinceramente aunque tu blog fuera una mierda... también te lo daría pero el caso es que me encanta como escribes, sabes que desde la primera vez que leí como escribías me tienes como fan. Tienes una sensibilidad inmensa para escribir y deberías de hacerlo más a menudo, sé que algún día escribirás un libro. Felicidades por tu blog.

2. Juan Luis por su blog Postales desde el Parnaso: Porque siempre serás mi niño y porque aunque es muy dificil a veces comprender la profundidad de tus escritos y sé que no todo el mundo lo entiende para mí eres demasiado transparente. Felicidades a ti también por el blog, y una pequeña reprimenda... actualízalo!!!

3. Manu por sus blogs PIECES OF MYSELF y Reflexiones personales y otras divagaciones: porque aunque sé que ya lo tienes me hace mucha ilusión devolvértelo!!! sé que te lo mereces de corazón y porque... conseguiste engacharme a esto!!! Felicidades por el blog!!!

4. Sibi por su blog Nastka's Dreams : porque eres una persona muy especial y aunque ahora no sean los mejores momentos y el blog te sirva para desahogarte, me sigue encantando leerte. Besos cielo y felicidades

5. María por su blog Aprendiendo a ver el cielo más azul porque me encanta como escribes y tus comentarios, todos necesitamos ver el cielo más azul siempre.

6. Loren por su blog CAJON DE VIDA: porque me gusta mucho su blog y me tiene que ayudar a poner el mio algo más estético.

7. Aïcha por su blog My Only Hope: porque me parece que tiene una gran sensibilidad y en su blog lo demuestra, ánimo para los exámenes, aunque ya sé que lo tienes, te lo mereces doble.

8. Anita patata frita por su blog Anita Patata Frita vol.3: porque me encanta tu blog, me rio muchísimo con tus comentarios y me he vuelto adicta y tengo que pasar todos los días por ahí como por el correo. Aunque también lo tienes, te mereces el reconocimiento y te lo devuelvo.

9. Alex por su blog continues walking: por atreverse a hacerse un blog, paciencia los primeros pasos siempre son los más difíciles.

Bueno sé que me he pasado en dos pero creo que todos os lo mereceis y como algunos ya lo teníais... pues no cuenta jajajajaja.

FELICIDADES por todos vuestros blogs.

sábado, 10 de enero de 2009

Un hilo en equilibrio



La vida como diría una de las divas de la canción la vida es un hilo en equilibrio y creo que nada podría recriminar ante eso, es hilo y con él vamos tejiendo los momentos, los recuerdos, los instantes a veces nos toca destejer lo que ya habíamos bordado y olvidar actos desagradables, otros nos falta tiempo para dibujar todo lo que queremos pintar, al fin y al cabo somos nosotros mismos quienes determinamos nuestro destino.

Habíamos quedado para tomar café como tantas otras tardes, como siempre el reloj no fue puntual y esta vez me tocó esperar a mí, hacía frio en la acera pero era una agradable sensación el sentir la protección de la bufanda en mi cuello, el frio me hacía sentir más viva, como si la sangre en mis venas me hiciera inmortal o al menos así me sentía después de que hacia apenas unos días casi hubiera encontrado la muerte entre un amasijo de hierros en el que se había convertido mi ambulancia. De repente cuando el semáforo para los peatones cambió a verde y empezó a sonar ese pajarito que siempre me hacía gracia y pensar que si cerraba los ojos estaría en un bosque con un ave en alguna rama que habría cogido un resfriado y estaría algo ronca, entonces le vi, venía por el paso de cebra con paso firme, parecía que acabara de salir de un iglú con las pieles polares, siempre ha sido un exagerado, eso me hizo sonreír para mis adentros, cuando nos encontramos de frente le miré a los ojos y no pude disimular la felicidad que mostraba mi rostro, estaba feliz de verle, de tenerle delante de mí, no pude soportarlo más y me lancé a sus brazos, allí me sentí como una niña pequeña que vuelve a casa, él me estrujo entre sus brazos y acercó su cara a mi cabello como queriendo quedarse con todo el perfume de mi champú, miró con cierto desagrado las grapas que sujetaban mis cabellos intentando cerrar la herida abierta y como queriendo quitar todo el dolor me besó el pelo, yo no podía separarme de sus brazos, entonces él me sujetó por los hombros y me separó un poco de su cuerpo, como queriendo comprobar que estaba entera, que no había nada en mi cuerpo que no estuviera o que estuviera fuera de su lugar, me sonrió con esa media sonrisa que me hacía derretirme por dentro y me dijo
- Hola enana
- Hola- le contesté y le susurré al oído un "te he echado de menos" que no alcanzó a escuchar, pero no hacían falta las palabras entre nosotros.
Sonrisas que lo hablaban todo, miradas que no escondían secretos, silencios que se llenaban de sueños, toda la magia de la navidad pasada nos arropaba como queriendo detener ese instante, como la escena final de una película romántica donde después de miles de calamidades y de impedimentos los protagonistas acaban juntos.
Me agarró por la cintura, como creyendo que en cualquier momento podría caerme al suelo y con aire protector nos dirigimos al interior de la cafetería. Una vez allí con un chocolante caliente con caramelo entre las manos me entregó un Cd, en él sabía perfectamente lo que había, mi canción, aquella que "le había pedido" a los reyes magos.
- Cántamela por favor- le dije con carita de niña buena y morritos.
Y comenzó a susurrarmela despacido y con aire melancólico al oído, creí que en ese instante podría morir y aún así seguiría siendo la mujer más feliz del mundo.
Abrió los paquetes que los magos de oriente habían dejado bajo mi árbol con su nombre y la felicidad afloró a sus mejillas como si de un niño pequeño se tratase, era como magia hecha realidad, no pude dejar de ser feliz, era como si todo se irradiase y parecieramos dos niños jugando a ser Peter Pan y Campanilla. La conversación siguió, contándonos todas las cosas que nos habían preocupado los días pasados en los que no nos habíamos visto, los planes que teníamos, los sueños y promesas para el año nuevo que comenzaba a dar sus primeros pasos, todo iba genial hasta que salió la eterna pregunta...
- ¿qué somos peque?- le dije, y en ese momento me sentí estúpida, llevaba evitando esa conversación desde que nos vimos y ahí estaba yo como una idiota dejando que mi subconsciente me traicionara.
- Somos amigos, ¿no?- contestó con indiferencia, pero sabiendo que la tormenta se acercaba sin piedad.
- ¿amigos? ¿no te has dado cuenta que yo te amo?- dije dejando esa palabra en el aire como si de la hoja de una guillotina que amenaza con cortar el ambiente se tratara.
- pero... yo no lo sé, yo... no estoy preparado para ser algo más, sería injusto para ti tener una relación cuando yo no te amaría como tú te mereces, cuando tú empezarías a un nivel de amor al que yo no sé siquiera si puedo llegar... ¿lo entiendes? sólo podemos ser amigos- y la palabra amigos en ese momento se convirtió en mi peor pesadilla, era como si me hubiera llamado puta, creo que si me hubiera llamado puta me habría hecho menos daño.
-claro, amigos...- dije sin pensar en nada más que en que el mundo se había vuelto un lugar inhóspito.
- enana ¿que pasa?- dijo con aire preocupado.
-nada, nunca pasa nada- dije
- pero claro que pasa, ¿no te das cuenta que te ha cambiado la cara?
-no me ha cambiado la cara, sigo siendo la misma- dije sacandole la lengua, intentando disimular que no me pasaba nada, aunque me sentía como si un agujero negro se hubiera llevado toda la felicidad acumulada en mis casi 27 años.
- no te ves, pero cuando hablamos de esto... siento hacerte daño- dijo con una culpabilidad que hubiera enternecido a Hitler.
- pero... ¿no te das cuenta que no podemos ser amigos? ¿no eres capaz de ver que yo siento cosas por ti que me impiden ser tu amiga? no te veo como mi amigo- dije siendo sincera plenamente y su cara cambió como si la bomba de hiroshima hubiera caído de pleno en su alma.
-¿me estás diciendo que te vas a ir de mi vida? ¿Qué no podemos ser nada?- dijo dejando que las palabras desgarraran el silencio como si estuvieramos sólos, como si nada importara, como si la vida le fuera en ello y luchara contra las lágrimas que intentaban decir que ellas también me echarían de menos.
- pues creo que quizás sería lo mejor, no quiero que te vayas de mi vida pero yo no puedo ser tu amiga y tú no puedes ser mi pareja... no quedan más opciones, ¿no?
- Ana- dijo con aire serio, utilizando mi nombre por primera vez- No imagino la vida sin ti
- entonces... ¿qué nos queda? ¿por qué me dices eso?
- porque soy sincero, no puedo imaginarla, si tengo que tener algo contigo para que sigas en mi vida, tengamoslo- y quizás era lo que llevaba esperando meses pero... el orgullo me podía.
-no, así no, si tenemos algo será porque tú también quieras tenerlo, no porque yo no salga de tu vida.
-pero no quiero que te vayas- dijo con tristeza en la mirada
-ni yo quiero ni que te vayas ni irme, pero nos estamos haciendo daño
-¿por qué no lo intentamos ambos?
-¿intentar que?
-yo intentaré verte con ojos de deseo y tú con los de una amiga, intentemos llegar a un punto medio y veamos donde nos lleva el destino- me dijo como si de un genio que acaba de descubrir la relatividad se tratase y entonces lo supe... no podiamos vivir el uno sin el otro, sólo nos quedaba esperar que el tiempo nos diera la razón a alguno de los dos. Sonreí
-Tienes razón, no necesitamos ser amigos, ni pareja, no necesitamos etiquetar nuestra relación con ningún nombre, somos sólo nosotros, tú y yo, yo estoy en tu vida y tú en la mia, para siempre, ¿qué más da lo que seamos?
Nos miramos y nos entendimos, supimos que la guerra no había terminado, pero teníamos una pequeña tregua, quién se alzara triunfador sería cuestión de tiempo, pero ni todas las batallas del mundo conseguirían que no estuvieramos juntos al fin y al cabo... eramos nosotros.